jueves, 10 de octubre de 2024

1ª Jornada de Ciencia, Innovación y Mercados en Alimentos Plant-Based

  


1ª Jornada de Ciencia, Innovación y Mercados en Alimentos Plant-Based

Invitamos a ser parte de la 1ª Jornada de Ciencia, Innovación y Mercados en Alimentos Plant-Based.

Este evento está diseñado para que descubras nuevas tendencias del sector, explotes oportunidades de negocio y conectes con otros referentes. 

Además podrás disfrutar de una degustación exclusiva de productos a base de plantas y participar en el sorteo de productos innovadores.

¡Inscribite y formá parte de esta jornada única!

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lunes, 3 de junio de 2024

Superalimento Panes con granos germinados para multiplicar el aporte de nutrientes Prueban formulaciones

 

El equipo ha logrado incorporar hasta un 30 por ciento de harina de teff en las formulaciones de panes ensayados hasta el momento. FOTOS: Gentileza investigadores.

Superalimento Prueban formulaciones de panes con granos germinados para multiplicar el aporte de nutrientes

Un equipo del CONICETCONICET obtuvo harina de un nutritivo cereal llamado teff y busca desarrollar un pan con alto contenido de fibra y vitaminas.

Su tamaño es inversamente proporcional a la cantidad de nutrientes que aporta: carbohidratos ricos en fibra; calcio, fósforo, hierro, manganeso, cobre; vitaminas B1, B6, y C; más ocho aminoácidos esenciales concentrados en 1,7 milímetros de alto por 1 de ancho. 

El teff es el grano más pequeño del mundo y, aunque no goza de la popularidad de otros más conocidos, de a poco va ganando terreno entre los llamados superalimentos, con el agregado de ser libre de gluten, lo que lo hace apto para personas con celiaquía. 

“Lo incorporamos a nuestras líneas de trabajo en investigación y desarrollo de alimentos o ingredientes de origen vegetal, de fuentes no tradicionales y de características nutricionales superadoras, en el marco de la elección de 2023 como Año Internacional del Mijo por la Asamblea General de las Naciones Unidas, ya que el teff integra este grupo de cereales originarios de África y Asia”, cuentan Darío Cabezas y María Jimena Correa, especialistas del CONICET en el Laboratorio de Investigación en Funcionalidad y Tecnología de Alimentos de la Universidad Nacional de Quilmes (LIFTA, UNQ) y en el Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (CIDCA, CONICET-UNLP-CICPBA), respectivamente.

De izq. a der.: Daniela Igartúa, Darío Cabezas y Jimena Correa. FOTO: CONICET Fotografía/ Rayelen Baridon.

Luego de haber desarrollado panificados con quinoa extruida, es decir, sometida al proceso tecnológico de extrusión –que consiste en el moldeado de un alimento para modificar y potenciar algunas de sus características–, el y la especialista pasaron a las pruebas con granos germinados, y es aquí donde el teff comenzó a mostrar sus mejores resultados. 

“La germinación es un proceso durante el cual se multiplican muchos nutrientes, que a su vez se pueden aprovechar en el consumo”, señalan. 

Comenzando por la activación de la semilla en dormancia, como se conoce al estado previo a brotar, en la que esta se prepara para generar una planta nueva y para esto activa muchas enzimas que desatan distintas transformaciones. 

“Por ejemplo, se hidrolizan algunas proteínas; podríamos decir que las cortan en pequeñas partes, y también se degrada parcialmente el almidón para generar la energía que este proceso necesita. 

De esta manera, se facilita su digestibilidad”, explica Correa, y continúa: 

“Asimismo, disminuyen el contenido de ciertos antinutrientes, lo cual aumenta la disponibilidad de los minerales y facilita su absorción”.

Alcanzar el punto perfecto de germinación fue la parte más extensa y laboriosa: utilizando una incubadora comprada especialmente para el proyecto, fueron necesarias numerosas instancias de caracterización y observación hasta dar con la temperatura, humedad, ciclos de luz, entre otras variables, que arrojaran el resultado buscado. 

“El proceso de germinación se puede medir de distintas maneras: o bien por la longitud de la radícula, es decir el primer pedacito de raíz que asoma; o por el tiempo transcurrido. 

La harina utilizada proviene del grano de teff germinado, lo cual proporciona una gran cantidad de nutrientes fáciles de absorber. Foto: gentileza investigadores.

Durante este desarrollo, el grano va cambiando sus características, y por ende la harina que se obtenga de ellos también irá variando”, señala Daniela Igartúa, investigadora del CONICET en la UNQ y quien estuvo a cargo de esta parte de la investigación. 

En este caso, lo diminuto del grano de teff llevó al equipo a combinar ambos parámetros para registrar la evolución de la semilla. 

“Lo que hicimos fue seleccionar a los granos que estaban en los dos primeros estadios de crecimiento, es decir aquellos con la radícula apenas surgida, y los que la tenían ya crecida pero antes de superar el tamaño del grano. 

Todo esto, por supuesto, analizado en el microscopio”, añade la experta.

Una vez alcanzado un buen porcentaje de granos en este punto de germinación, el equipo obtuvo una harina de alto valor nutricional con la que comenzó a ensayar la incorporación a formulaciones de pan de trigo. 

Así, llegaron hasta el reemplazo de un 30 por ciento de este cereal, obteniendo panes de muy buena calidad tecnológica y mejorando marcadamente el aporte de fibra alimentaria, el cual es muy bajo en los panificados tradicionales que llevan solo trigo. 

Además de la harina germinada, el equipo también realizó pruebas con harina de teff extruida producida por el área de Desarrollo de Nuevos Productos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), bajo la dirección de Mariana Sánchez. 

En ambos casos, los resultados en cuanto a volumen y calidad de los panes son buenos; más prometedores, incluso, que los arrojados por las pruebas preliminares. 

Cabe mencionar que los ensayos se llevan adelante con granos cedidos voluntariamente por una de las pocas empresas que cultiva y comercializa teff en la Argentina. 

“El desafío fue ir regulando las proporciones de reemplazo para que no se vea tan afectado el volumen del pan ni otras propiedades como el sabor, aroma, textura y aspecto en general. 

A futuro, el proyecto incluye lograr lo mismo pero en productos libres de gluten”, explican el investigador y las investigadoras.

Por Mercedes Benialgo

CONICET

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miércoles, 20 de marzo de 2024

Enzima optimizada para la industria del aceite

  

Representacion 3D de la enzima optimizada

Un equipo del CONICET diseñó una nueva enzima optimizada para la industria del aceite

La aplicación de esta proteína en un proceso clave del refinamiento tendría un favorable impacto económico y medioambiental.

Especialistas del CONICET en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET-UNR) y el Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos de Rosario (IPROBYQ, CONICET-UNR) lograron diseñar y sintetizar una enzima fosfolipasa C termoestable, que podría brindar a nivel industrial la posibilidad de realizar el proceso de “desgomado”–necesario para el refinamiento de aceites vegetales comestibles- de manera más eficiente y económica. 

Los resultados publicados recientemente en la revista Biochemistry demuestran que la nueva enzima puede resistir temperaturas de hasta ochenta grados Celsius, manteniendo su actividad por más tiempo y superando a sus análogas hasta ahora disponibles. 

La investigación representa un caso de vinculación tecnológica exitoso entre CONICET y el sector productivo articulado a través de la empresa Keclon.

Según expresa Rodolfo Rasia, director del laboratorio de Biofísica del reconocimiento molecular en el IBR e investigador del CONICET

“Este trabajo tiene un montón de ciencia básica detrás. 

Hace diez años que estudiamos este tipo de enzimas, me fascina mi trabajo y cuando ese entusiasmo puede canalizarse en algo que además resulte útil, es muy gratificante”. 

Por su parte, en IPROBYQ “casi todas las líneas de investigación tienen un fin social o industrial”, afirma Diego Val, quien realizó sus estudios de doctorado con este trabajo en IPROBYQ con una beca del CONICET, y reconoce: 

“Es usual que existan estas colaboraciones con profesionales que vienen de la ciencia básica, porque para intentar dar soluciones a estas problemáticas es necesaria la visión de científicos y tecnólogos”.

De las plantas a la sartén

Los aceites de cocina se producen a partir de semillas o frutos. 

En Argentina el podio de la producción lo ocupan las semillas de soja, superando los cuatro millones de toneladas exportadas el pasado año. 

En cuanto a los frutos, las aceitunas colocan al país como el principal productor y exportador de aceite de oliva de Suramérica con unas cuarenta mil toneladas anuales.

“El aceite se obtiene a partir del prensado y extracción de las semillas” indica Rasia, y explica: 

“De la mezcla obtenida se separa una fase compuesta principalmente por triglicéridos –la molécula grasa más abundante en los organismos vivos- pero también contiene otro tipo de moléculas llamadas fosfolípidos –una molécula grasa que forma parte de las membranas celulares- que es importante remover para obtener el aceite refinado. 

El proceso para eliminarlas se conoce como desgomado”.

La forma más común de realizar este proceso consiste en mezclar el aceite con agua y someter la mezcla a ochenta grados durante treinta minutos. 

De la emulsión que se genera luego se separan dos fases, una acuosa que arrastra a los fosfolípidos y una fase superior menos densa que es el aceite desgomado. 

“El 90 % de la industria argentina realiza el proceso de desgomado solamente con agua, sin enzimas”, afirma Diego Val, y aclara que la adición de fosfolipasa al proceso puede aumentar el rendimiento de la planta de refinamiento hasta un 2,5 por ciento.

¿De dónde proviene ese aceite extra? 

Para entender este punto se deben conocer algunas particularidades sobre la estructura de los fosfolípidos. 

La molécula está formada por una parte hidrofílica, que interactúa con el agua, unida a otra parte formada por dos ácidos grasos (o sea, aceite) que no se mezcla con el agua, por ello se la denomina hidrofóbica. 

Entonces, cuando se realiza el proceso de desgomado, el agua interactúa con la parte hidrofílica de la molécula y eso hace que toda la molécula, incluyendo las cadenas de lípidos, sea “arrastrada” hacia la fase acuosa.

La enzima fosfolipasa C es una proteína que pueden realizar un corte preciso en la molécula del fosfolípido y separar la parte hidrofóbica de la hidrofílica, por lo que “usando estas enzimas en el proceso de desgomado permite recuperar aceite que de otra manera se perdería”, asegura Val.

Entonces ¿porque no se adicionan siempre en este proceso? 

El problema hasta ahora es que las fosfolipasas no resisten a temperaturas elevadas como las que se usan durante el desgomado, por lo que luego de hacer la extracción a alta temperatura, hay que enfriar la mezcla para poner las enzimas, esperar que actúen y después volver a subir la temperatura. Según explica Rasia: 

“Esto implica tres cosas: primero, un mayor gasto energético para subir y bajar la temperatura, segundo, que para poder hacerlo se necesita un sistema de intercambio de calor, que significa una importante inversión en infraestructura para la planta de refinamiento, y tercero, que se triplica el tiempo que tarda en realizarse el proceso”.

Por ello, Hugo Menzella, María Eugenia Castelli y Salvador Peiru, fundadores de la empresa Keclon, eran conscientes del impacto que podría tener la producción de una foslipasa C termoestable y le propusieron a Rasia colaborar en esta búsqueda. Keclon es una de las primeras empresas argentinas de biotecnología formada por investigadores del CONICET que se dedica al desarrollo y comercialización de enzimas para la industria.

 Luisina Di Nardo Rodolfo Rasia Diego Val - foto Karayekov- Comunicación IBR

La mejor por consenso

Las enzimas son estructuralmente proteínas, es decir, que están formadas por una concatenación específica de unidades más pequeñas llamadas aminoácidos. 

El cambio de tan solo uno de ellos puede alterar propiedades fundamentales de la enzima, como la estabilidad de su estructura 3D o su función. 

Para hacer una fosfolipasa C se necesitan 245 aminoácidos, pero ¿cuáles podrían determinar que resista altas temperaturas?

Para diseñar una nueva variante de esta enzima, Rasia y su equipo utilizaron una aproximación metodológica que se conoce como secuencia consenso. 

Para ello buscaron en más de mil secuencias de fosfolipasa C pertenecientes a distintas especies de bacterias. 

“Realizando un alineamiento de todas las secuencias, se busca para cada una de las 245 posiciones de aminoácido cual es el más frecuente entre todas las secuencias y ese es el elegido para esa ubicación en el diseño de la secuencia consenso”, detalla Rasia.

De esta forma, fueron definiendo uno a uno, la secuencia de aminoácidos para la síntesis de una nueva versión de la enzima fosfolipasa C. 

Luego debían someterla a múltiples ensayos para evaluar y comparar su performance con algunas de las variantes naturales.

“Probamos distintas temperaturas y llegamos a los ochenta grados que se usan en el proceso de desgomado acuoso”, cuenta Val y revela: 

“Encontramos que nuestra fosfolipasa es sustancialmente más estable a la temperatura que todas las otras, esto hace que siga activa a mayor temperatura y durante más tiempo”.

Con estos datos alentadores de los estudios in vitro, se realizaron pruebas a mayor escala que también dieron buenos resultados. 

Ahora Keclon se encuentra optimizando varios aspectos para su producción porque “se tiene que poder producir a gran escala y con un costo adecuado para la industria”, aclara Rasia.

La base está

Para Rasia y su equipo el trabajo no terminaba allí, pues les desvelaba poder entender por qué esta nueva secuencia de fosfolipasa C podía funcionar a temperaturas tan elevadas. 

Según expresa Rasia: “Entender por qué funcionó -ciencia básica- es importante, para que la próxima vez que se necesite algo similar no sea una lotería encontrarlo, que la búsqueda sea direccionada y más eficiente”.

La biotecnóloga Luisina Di Nardo, es autora del trabajo y becaria del CONICET

Como parte de su tesis doctoral estudió los aspectos biofísicos que determinan cómo se arma el sitio activo de la fosfolipasa C y cómo la enzima se une al co-factor indispensable para su funcionamiento, el elemento zinc. 

“Vimos que, ante la falta de zinc, la enzima diseñada por consenso es más estable que sus análogas nativas. 

O sea que hay una estabilidad que está dada por el propio plegamiento de la proteína y no por su unión al zinc”, cuenta Di Nardo.

Además, encontraron que la nueva enzima presenta otra característica inesperada que la distingue de las demás: 

“Sabíamos que, sometidas a temperaturas elevadas, las enzimas nativas se despliegan irreversiblemente, pero vimos que en nuestra enzima consenso el proceso de desplegado es parcialmente reversible. 

Se desarma y cuando la temperatura baja se vuelve a armar. 

Pensamos que lo que probablemente ayude a su mejor rendimiento en aceite a alta temperatura es que justamente cuenta con esta reversibilidad, de manera que siempre hay enzimas activas”, revela Rasia.

Con el fin de identificar a los aminoácidos claves para estas respuestas, sintetizaron variantes de la enzima consenso que contenía cambios puntuales de aminoácidos. 

Sin embargo, vieron que cualquiera de las modificaciones provocaba la pérdida de estabilidad a temperaturas elevadas.  

“No podemos explicar las características en la enzima consenso por uno de esos aminoácidos, sino por la ocurrencia de todos y la generación de un efecto cooperativo entre ellos que afecta a la proteína en general”, concluye Val. 

Por su parte Rasia reflexiona: “Es una pequeña contribución la nuestra, pero tiene un montón de ciencia básica detrás y genera conocimiento que permite proyectar hacia adelante, optimizar, simplificar y conocer en profundidad estos procesos”.

Referencias bibliográficas:

Val DS, Di Nardo L, Marchisio F, Peiru S, Castelli ME, Abriata LA, Menzella HG, Rasia RM. Thermal Stabilization of a Bacterial Zn(II)-Dependent Phospholipase C through Consensus Sequence Design. Biochemistry. 2024 Feb 6;63(3):348-354. doi: 10.1021/acs.biochem.3c00509. Epub 2024 Jan 11. PMID: 38206322.

Bruno Ferrari & Julio Calzada. “Se desacelera el crecimiento en la producción de aceites 2023/24 y el consumo mantiene su firmeza” AÑO XLI – Edición N° 2118 – Especial Agroindustria – 06 de octubre de 2023.

Bolsa de Comercio de Rosario en base a datos del USDA. “La producción de aceite de oliva de alta calidad se fortalece en Buenos Aires”. expoagro.com.ar, 17/08 2023.

Por Elizabeth Karayekov- Comunicación IBR

CONICET

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viernes, 15 de marzo de 2024

Harina de insectos Alimento alternativo para la ganadería

  

Foto Gentileza Investigadores

Estudian la harina de insectos como alimento alternativo para la ganadería

La iniciativa podría suplantar la harina de soja. 

Es parte de un proyecto de especialistas del CONICET que apunta a buscar opciones de engorde de bajo costo.

Un grupo de especialistas del Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias de Bariloche (IFAB, CONICET- INTA), participa de un Proyecto Especial de Innovación (PEIS) focalizado en el desarrollo bioeconómico de un alimento alternativo para rumiantes, puntualmente corderos, durante su fase de engorde. 

El proyecto consiste en suplantar la harina de soja por una ración alimentaria a base de insectos Hermetia illucens, conocidos como “Mosca Soldado Negro”, cuya larva tiene un alto contenido proteico y puede transformar residuos orgánicos en proteínas de alta calidad.

El proyecto, en el que están involucradas la Cooperativa Agrícola Ganadera Calibuí, la Cooperativa de Trabajo “Arreando Sueños” y las Agencias de Extensión Rural del INTA de la Estación Experimental Agropecuaria Bariloche, busca potenciar el acceso de ganaderos de Río Negro y Neuquén a nuevos desarrollos tecnológicos mediante la innovación alimentaria. 

A su vez, apunta al mejoramiento de la cadena cárnica y a la generación de un nuevo producto para la venta y comercialización.

“Buscamos un insecto que podría utilizarse en forma masiva y nos vinculamos con PROCENS Tecnología Natural (SAS), una empresa que produce harina de insectos en el país”, explica la bióloga e investigadora del CONICET Valeria Fernández Ahrex

La científica lidera el grupo ESTEPA, que estudia la ecosociología en territorios de la Patagonia Argentina y tiene como objetivo atender las demandas de los productores ganaderos y sus problemáticas en relación con el perjuicio o la pérdida económica relacionada con la fauna local. 

“Somos el primer grupo que trabaja en este tema con rumiantes menores en el país. 

Los otros están en Australia y Reino Unido, muchos trabajan in vitro o in vivo; es algo que empezó en 2012. 

Hay investigaciones en animales monogástricos como peces, aves y cerdos, en animales domésticos y rumiantes aún no había. 

Puede ser un boom”, indica la investigadora.

Sebastián Villagra, doctor en Ciencias Agrícolas en el IFAB, también compone este proyecto con el grupo de Sistema de Alimentación, Producción y Bienestar Animal (SAPBA), que hace trabajos de nutrición animal. 

“Los ensayos que hacemos tienen diferentes objetivos. 

El principal es introducir alimentos de la mejor calidad en los rumiantes para la producción con el menor costo posible, para que los productores puedan mejorar su sistema de producción de manera eficiente y sustentable. 

Los alimentos tradicionales, como la soja y el maíz, son más caros y tienen una huella ecológica muy alta no sólo por cómo se producen sino también por su transporte”, describe Villagra sobre los motivos de trabajar en alimentos alternativos.

La bióloga e investigadora del CONICET María Mercedes Odeón, por su parte, destaca la importancia del acceso a la suplementación estratégica y explica que en esta primera etapa del proyecto se evaluará el consumo y ganancia diaria de peso, la condición corporal, el desempeño productivo, el bienestar animal y la calidad de la carne, estableciendo comparativas con el estándar de harina de soja. 

“El bienestar animal es fundamental para el engorde. 

En lo experimental se garantiza que los animales estén en buenas condiciones. 

Desde su alojamiento hasta la evaluación de indicadores de estrés individual, análisis de cortisol, glucosa y proteínas para chequear el estado general del animal y también, se tiene en cuenta el período de acostumbramiento para que estabilicen su llegada desde el campo”. 

Odeón subraya, además, que todos los ensayos están avalados por el Comité Institucional para el Cuidado y Uso de Animales de Experimentación de la Regional Patagonia Norte (CICUAE). 

El equipo también está conformado por la especialista en producción animal Laura Villar y la médica veterinaria Karina Cancino del IFAB y trabaja en articulación con el laboratorio de forrajes, alimentos y nutrición animal del INTA a cargo de la bióloga Verónica Caballero.

En línea con la producción sustentable, para finalizar, Villagra destaca que los alimentos producidos con insectos contribuyen a la economía circular, ya que los desechos pueden ser reutilizables para su producción, potenciando la generación de harina como elemento clave. 

También subraya que el proyecto representa una solución sostenible y ecológica a una problemática social. 

“Hacemos esta primera experiencia con pruebas en distintos tipos de animales y de alimentos. SENASA está trabajando en su regulación ya que todavía el uso de insectos para consumo animal no está regulado en Argentina”, advierte el científico.

Cabe destacar que en 2023 este proyecto fue premiado por el INTA como idea innovadora para el agro, por su contribución al avance de tecnologías vinculadas al ámbito agroalimentario que generan oportunidades de negocio a nivel regional, nacional e internacional.

Por Mariela Méndez – CCT Patagonia Norte

CONICET

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miércoles, 23 de febrero de 2022

Agencia I+D+i $15MM a Pymes Innovadoras

  

”Para desarrollarnos tenemos que distribuir trabajo e inversión”, dijo el presidente

El presidente Alberto Fernández dijo este mediodía que “para desarrollarnos no tenemos que distribuir asistencia social, tenemos que distribuir trabajo e inversión. 

Y en los tiempos que vivimos la inversión está ligada indefectiblemente a la ciencia y la tecnología”.

Fue al encabezar en el Edificio “Cero + Infinito” de la UBA en Ciudad Universitaria el acto de presentación del plan de inversiones por alrededor de 15 mil millones de pesos que se impulsará desde la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) durante este año.

“El futuro está en la educación, el conocimiento, en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. 

Las sociedades ricas se miden hoy por lo que saben y conocen, y por lo tanto no hay mejor dinero invertido” que en esas áreas, aseguró el mandatario.

“Nosotros, como peronistas que somos, somos desarrollistas. 

A nosotros no nos interesa el crecimiento, nos interesa el desarrollo, son dos cosas distintas”, remarcó acompañado por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; el titular de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano; la vocal de dicha institución y vicerrectora de la Universidad de Nacional de Quilmes, Alejandra Zinni, y la presidenta del CONICET Ana Franchi.

El presidente explicó que “lo que necesitamos es hacer que detrás de esos números que muestran crecimiento, venga un desarrollo real de nuestras sociedades, y eso tiene que ver con que no solo invirtamos en la Capital, sino en toda la Argentina”.

Al presentar el plan de inversión que busca impulsar la innovación en la producción nacional, el presidente destacó el rol del Estado en el cuidado de los que más lo necesitan.

“Los que necesitan no son solo los que están atrapados en la pobreza, son también las pequeñas y medianas empresas que pueden producir y dar trabajo, que es lo que a nosotros más nos preocupa”, enfatizó.

El jefe de Estado afirmó que los argentinos y argentinas tenemos “el deber moral de dejar de ser el granero del mundo para tener ciencia, tecnología e industria”.

Además, el Presidente aseguró que la comunidad científica argentina está compuesta por “seres excepcionales” cuya valía quedó demostrada en los tiempos de la pandemia de Covid-19.

Al exponer, el ministro Filmus dijo que “este gobierno viene planteando la centralidad del modelo de desarrollo: si queremos uno que sea inclusivo para todos y todas, hay que generar trabajo y desarrollo productivo, y eso tiene que ver con cambiar la matriz con el aporte de la ciencia y la tecnología”.

El titular de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano, detalló que este Plan busca “construir un futuro inclusivo y soberano” que en el año 2022 se va a “reforzar el impulso de nuestra economía y la capacidad de nuestros científicos y científicas movilizando 15 mil millones de pesos para impulsar nuestro sistema de innovación que se van a distribuir en 32 nuevos llamados y convocatorias que se suman a las 42 convocatorias desde diciembre de 2019”.

foto CONICET

Alejandra Zinni, por su parte, realizó una comparación entre diferentes matrices de políticas en el área científica. 

Recordó cuando “un ministro mandaba a lavar los platos” a los investigadores y lo contrastó con “las políticas públicas que fortalecieron el sistema científico tecnológico” “nos pusieron en lo más alto de la ciencia a nivel mundial”.

También formaron parte del evento el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán; la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el rector de la UBA, Alberto Barbieri, y el decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de esa casa de altos estudios, Juan Carlos Reboreda, entre otros miembros de la comunidad científica y académica nacional.

En representación del sector productivo participaron del acto el titular de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), Orlando Castellani, y el titular de la firma ADOX, Javier Viqueira, que diseña, desarrolla y fabrica insumos, equipamiento y software innovador.

El titular de Adimra, Orlando Castellani, mostró la importancia de trabajar articuladamente con la cartera de Ciencia y la Agencia y dijo que la rama de la producción a la que representa cuenta con “una reactivación histórica en muchos sectores” y que está “incorporando mucha gente, muchas empresas”


foto CONICET

El titular de la firma ADOX y miembro de Adimra, Javier Viqueira, informó que esa asociación cuenta con “19 centros tecnológicos, que antes eran centros de servicios, y gracias al apoyo del Ministerio de Ciencia se están convirtiendo en herramientas de inversión directa”.

“Cuando se inició esta gestión y la pandemia empezó, el Gobierno puso todos sus instrumentos para defender el trabajo, y ya los resultados de esta política empiezan a impactar: de los 190 mil empleos que habían quedado en este sector, ya estamos en 210 mil, hemos crecido un 7 por ciento”, detalló Viqueira.

El plan que presentó este mediodía el Jefe de Estado comenzó a ejecutarse con la adjudicación de 6.000 millones de pesos a proyectos que se llevarán a cabo en instituciones científicas y Universidades de todo el país

También impulsará acciones destinadas a pymes e iniciativas tecnológicas que puedan brindar soluciones a los problemas estructurales de nuestro desarrollo social y económico.

Previo a comenzar el acto, el presidente Alberto Fernández recorrió las instalaciones de “Cero + Infinito”, un edificio de última generación destinado a fortalecer la ciencia y la investigación argentina.

La construcción posee 17.200 metros cuadrados y cuenta con un diseño sustentable y capacidad para alojar a más de 3.000 investigadores y estudiantes.

DISCURSO

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viernes, 14 de enero de 2022

Concurso para proyectos innovadores que promuevan sistemas alimentarios sostenibles

  

 Nuevo concurso para proyectos innovadores que promuevan sistemas alimentarios sostenibles

La Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) presenta el Concurso Federal de Ideas-Proyecto para la Innovación Tecnológica y el Desarrollo Económico

Esta iniciativa surgió en el marco del programa “Desafíos Comunes” de la Red Latinoamericana de Agencias de Innovación (RELAI) de la cual la Agencia I+D+i es miembro.

En esta primera edición, las propuestas que participen deberán trabajar en torno a la promoción de sistemas alimentarios sostenibles tomando en cuenta la interacción entre salud humana, sanidad animal y vegetal, medio ambiente y economía. 

Todas las presentaciones deberán responder al enfoque “Una salud”, planteado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en línea con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.

El concurso contará con tres ejes temáticos:

Industria de alimentos y bebidas

Zoonosis y Resistencia a los Antimicrobianos (RAM)

Comercio internacional y trazabilidad en cadenas agroalimentarias

Un jurado integrado por personas con experiencia y trayectoria en las temáticas elegirá las tres mejores iniciativas de cada uno de estos ejes que recibirán un reconocimiento económico de hasta $350.000 pesos. 

Asimismo, en función del mérito y las recomendaciones del Jurado, la Agencia I+D+i podrá evaluar opciones de financiamiento para apoyar el desarrollo de algunas de las propuestas seleccionadas. 

Además, un conjunto de las ideas-proyecto del concurso podrán ser tratadas por un comité de evaluación regional conformado por expertos y referentes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y por quienes la RELAI designe.

Aunque el concurso está dirigido especialmente a equipos de profesionales o técnicos con trayectoria laboral y/o académica en aspectos ligados a alguno de los tres ejes temáticos propuestos, está abierto a la población en general.

Las inscripciones podrán ser unipersonales o asociadas donde al menos un integrante del equipo deberá ser graduado universitario o terciario. 

Bases y condiciones en el siguiente enlace

Agencia I+D+i

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jueves, 30 de septiembre de 2021

Ley de desarrollo agrobioindustrial

   


Alberto Fernández invitó a que “terminemos con el desencuentro" y a que "todos digamos sí para avanzar”

El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezaron esta tarde en el Museo Casa Rosada el acto de presentación del Proyecto de Ley del "Régimen de fomento al desarrollo agrobioindustrial", cuyo objetivo es intensificar el desarrollo de esa cadena a partir de la promoción de nuevas inversiones, la creación de 700 mil puestos de trabajo y la incorporación de tecnologías de última generación.


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