jueves, 24 de noviembre de 2016

Diez medidas para salvar a las abejas


Apis Mellifera, uno de los polinizadores más populares. 
Foto: gentileza Galetto.

Expertos en polinización a nivel mundial sugieren a los gobernantes diez políticas específicas para protegerlas.

Las recomendaciones fueron publicadas en la revista Science.

Cerca de tres cuartas partes de las especies cultivadas en el mundo se ven beneficiadas en alguna medida por la acción de polinizadores.

Estos son animales como aves, murciélagos, e insectos como escarabajos, moscas, mariposas y más de 20 mil especies de abejas, que transportan el polen de la parte masculina –estambre- de la flor hacia la femenina –estigma-, y que al depositarse sobre ella germina y fecunda los óvulos.

De este proceso surgen frutos y semillas de plantas silvestres y cultivadas.

Durante los últimos dos años, un grupo de unos 70 investigadores de distintos lugares del mundo, evaluaron el conocimiento de polinizadores a través de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (por sus siglas del inglés, IPBES) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).


Leonardo Galetto, Leonardo Amarilla, Gabriel Grilli, Pablo Huais. 
Foto: gentileza Galetto.

Esta plataforma es un organismo intergubernamental independiente que articula ciencia y política sobre biodiversidad y servicios ecosistémicos.

Como resultado de ese trabajo realizaron un informe que fue publicado este año.

A partir de esos resultados, 12 de estos científicos (Reino Unido, Suecia, EE. UU., México, Australia, Argentina, Brasil y Japón) redactaron un trabajo que incluyen diez políticas que consideran que deberían tomarse lo antes posible para revertir esta problemática.

Estas sugerencias fueron recientemente publicadas en la prestigiosa revista Science.

Leonardo Galetto, investigador superior del CONICET en el Instituto de Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC), es uno de los autores del trabajo.



¿Cuál es la situación actual de los polinizadores?

A nivel mundial se registra una pérdida y desaparición de la diversidad de polinizadores.

En algunos lugares está bien documentado, como por ejemplo en EE. UU. o Europa, mientras que en otros menos, pero se ve la misma tendencia.

Uno de los principales problemas asociados con la desaparición de polinizadores y, con ellos, los servicios ecosistémicos, es su relación con la producción de comida. Su desaparición tiene consecuencias sobre la producción de frutos y semillas.



Polinización castaña
Foto: Catalina Ángel.

¿Qué frutos y semillas se ven afectados?

Muchos cultivos dependen de los polinizadores pero no todos lo hacen en la misma medida.

Hay algunos altamente dependientes como el café, y si no están los polinizadores su producción cae dramáticamente.

O algunas frutas como las de la familia de la chirimoya que tienen una polinización muy especializada o la familia Cucurbitácea donde están los zapallos, sandías y melones.

Otros grupos dependen un poco menos, pero de alguna manera todos son afectados.



¿Cuál es la situación de los polinizadores en el país?

En el país hay varios grupos de investigación que trabajan en relación a esta problemática.

En el centro de Argentina trabajamos durante muchos años con la polinización en plantas nativas y la estudiamos más recientemente en girasol, soja y colza, tres cultivos importantes que dependen de los polinizadores en distinta medida.

Ahí vimos que con la pérdida de biodiversidad, los rindes disminuyen.

Hay otro grupo en Bariloche que trabaja en el valle del Río Negro con pera y manzana y también notaron lo mismo. También se investiga en Buenos Aires, Tucumán y Mendoza.




¿Cuáles son las principales causas de la pérdida de biodiversidad de polinizadores?

Son varias y están articuladas.

La más importante es que la producción agrícola está menos diversificada.

Cada vez se tiende más a los monocultivos con una tecnología uniforme en grandes extensiones en las que se depende mucho del uso de plaguicidas, de los agroquímicos para controlar las malezas vegetales, y de los insecticidas.

Otro problema es que junto con el avance de la frontera agrícola se pierden lugares de vegetación natural donde los polinizadores tienen lugar para reproducirse y tener otras fuentes de alimento.


Polinización de castaña. 
Foto: Marcelo Casimiro.

¿A qué apuntan las recomendaciones que proponen?

Por un lado los gobiernos deberían apoyar la diversificación en la producción agrícola y no tender a depender de unos pocos cultivos.

Esa diversificación se relaciona con la soberanía alimentaria y con la seguridad alimentaria ya que se garantiza una dieta diversa y de calidad para la población.

Además sugerimos hacer un manejo integrado de plagas y reducir el uso de plaguicidas tradicionales.

Otro eje es el desarrollo de conocimiento científico para evaluar efectos subletales sobre polinizadores nativos, que es un vacío de conocimiento enorme.

Eso mejoraría incluso las prácticas agrícolas actuales.


Polinización de Bertholletia Meriana. 
Foto: Marcelo Casimiro.

¿De qué manera?

A veces con prácticas simples.

Por ejemplo las abejas tiene actividad en las primeras horas de la mañana hasta el mediodía, si uno suprimiera la aplicación de plaguicidas en esos horarios la mortalidad de polinizadores sería mucho menor.

Otra sugerencia es incentivar con reducción impositiva la posibilidad de realizar cultivos orgánicos en sistemas diversos.

Son oportunidades para cambiar las prácticas agrícolas actuales y garantizar la conservación de la biodiversidad en general y de los polinizadores en particular.




¿Por qué las sugerencias están dirigidas a los gobiernos?

Es un tema que se apoya en la conservación de la biodiversidad pero se relaciona con una problemática general: la calidad de la alimentación.

Hay una pregunta por detrás de este tema: ¿qué clase de dieta y de qué calidad queremos tener?

Por eso el eje está puesto en distintas sugerencias a los políticos que tienen distintas responsabilidades en los gobiernos, y que son los que toman las decisiones sobre estos temas tan importantes para la sociedad.

El científico es un actor social más entre muchos.

La idea era aportar una visión con base científica para que sea un punto de partida sobre el cual discutir la mejor manera de manejar nuestro ambiente, pero entendemos que es un punto de vista más entre otros.

Esto no tiene foco en la rentabilidad económica o en un interés cortoplacista.

Son temas complejos, lo primero es instalarlos, empezar a difundirlos, que la sociedad reflexione y en conjunto decida el mejor camino.

Por Cecilia Leone.

CONICET

sábado, 17 de septiembre de 2016

Envase ecológico que prolonga la vida de quesos artesanales


Al utilizar cera de abeja como cobertor de quesos, se buscó aprovechar un recurso apícola disponible en Argentina.

Con el fin de extender la vida útil de los quesos artesanales, especialistas del INTI estudiaron una alternativa más económica y accesible al envasado en vacío, como es el empleo de un subproducto de la actividad apícola disponible en la región.

Su bajo costo y la simpleza de su aplicación lo convierten en una alternativa viable para pequeños productores

Con el objetivo de brindar una herramienta de conservación accesible para productores de quesos artesanales, profesionales de la sede de Rafaela del Centro INTI-Lácteos realizaron un estudio sobre el uso de cera de abeja como cobertor.

Su utilización no sólo permite una protección contra la contaminación y el desarrollo de microorganismos, sino que además mejora el aspecto visual del producto otorgándole características regionales.

“Estamos muy interesados en este desarrollo porque para certificar quesos orgánicos y biodinámicos nos piden como requisito tener un packaging tanto natural como ecológico.

Esta sería una solución muy buena para reemplazar las bolsas de vacío y papel aluminio que utilizamos actualmente”, anticipa Cristian Mare del tambo Las Tres Tejas de la localidad cordobesa de San Javier.

La investigación surgió como una necesidad de los productores de quesos artesanales del noroeste cordobés, que en muchos casos no podían acceder al proceso de envasado al vacío de sus productos por sus altos costos. “Inicialmente realizamos una prueba aplicando 1, 2 y 3 capas consecutivas de cera de abeja en quesos semiduros de 300 gramos.

Luego analizamos su comportamiento tras 60 días de maduración. Los resultados de esta primera acción determinaron un comportamiento óptimo con las tres aplicaciones”, explica Bruno Aimar, responsable del Área Desarrollo Territorial y Lechería extra-pampeana de INTI- Lácteos sede Rafaela.

Para la preparación y aplicación del cobertor sólo se requiere una olla de acero, una cocina y cera de abeja.

En primera instancia se realiza la purificación de la cera y luego se coloca sobre el queso en tres capas, dejándola solidificar entre cada una.

Para conocer el comportamiento del producto se realizaron análisis microbiológicos, fisicoquímicos y sensoriales durante 60 días de maduración de quesos semiduros.

“Estudiamos comparativamente muestras cubiertas con cera de abeja y otras envasadas con bolsas plásticas al vacío.

Los resultados arrojaron que ambas metodologías de conservación presentaban desempeños similares porque evitaban tanto la formación de hongos como la pérdida de humedad del producto”, detalla Aimar.

La utilización de cera de abeja brinda un valor agregado a los quesos artesanales, dado que puede convertirse en un envase distintivo y típico de la zona.

Además permite reemplazar a otros materiales más costosos utilizados para la protección primaria del lácteo como parafina, bolsas plásticas al vacío, papel de aluminio y pintura plástica.

“Desde el INTI esperamos continuar la transferencia de esta metodología de conservación de quesos para que puedan aplicarlo productores artesanales de distintas regiones del país”, concluye Aimar.

INTI


viernes, 19 de agosto de 2016

Innovación, transferencia y autonomía alimentaria en Tierra del Fuego


En el invernadero para climas extremos del CADIC se probaron diferentes cultivos. 
Foto: gentileza investigador

¿Cómo es la exploración de nuevos métodos y tecnologías para incrementar la producción frutihortícola en la provincia más austral de la Argentina?

El trabajo de Gustavo Vater, profesional principal del CONICET en el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC, CONICET) tiene un objetivo central: que Tierra del Fuego empiece a producir sus propios alimentos.

Para lograrlo considera esencial desarrollar métodos innovadores que permitan aumentar la productividad agrícola de la región.

“Pese a que en las últimas dos décadas Tierra del Fuego triplicó su población, hoy todavía casi no cuenta con producción agrícola propia.

No puede ser que todavía comamos frutas y verduras que vienen desde 3 mil kilómetros, que tienen un alto costo y por lo general no llegan en estado óptimo dado que en el recorrido pierden calidad nutricional”, manifiesta el ingeniero en producción agropecuaria.

A cargo del Laboratorio de Innovación Productiva del CADIC, Vater articula proyectos experimentales que apuntan a adaptar frutas y hortalizas a las particulares condiciones climáticas de la zona y a generar conocimientos que permitan optimizar la propagación de los cultivos.

A lo que se apunta es que tanto las semillas aclimatadas como las técnicas y tecnologías probadas y desarrolladas a través de los ensayos experimentales sean luego trasladadas a productores privados para que sean ellos quienes tomen la posta.

Invernaderos para climas extremos

Vater está a actualmente cargo de un proyecto para diseñar y construir quince invernaderos adaptados a climas extremos – bajas temperaturas, abundantes nevadas y fuertes vientos – como el de Tierra del Fuego, repartidos en las ciudades de Ushuaia, Río grande y Tolhuin.

“Son invernaderos modulares y ofrecen la ventaja de que el productor pueda comenzar a cultivar en una escala chica y que cuando lo necesite tenga la posibilidad de aumentar su tamaño de forma sencilla.

Además van a estar hechos íntegramente con materiales locales y la gente que los va a construir y montar va residir en la provincia también” afirma Vater.

Aumento, diversificación y propagación de productos vegetales

Los primeros invernaderos de la provincia austral diseñados por Vater, incluyendo el que hoy tiene el CADIC en su Campo Experimental, fueron producto de un proyecto anterior titulado, “Diversificación y Aumento de Productos Vegetales a Prestadores de Servicios Turísticos de Tierra del Fuego”.


Vater brinda un taller para productores en el Campo Experimental del CADIC. 
Foto: gentileza investigador.

En el marco de este proyecto se experimentó y buscó adaptar al lugar hortalizas como la acelga, el brócoli, los tomates cherry o el zuchini, por poner algunos ejemplos.

El éxito de los ensayos fue tal que luego, con aportes de las diferentes intendencias de la provincia, se construyeron veinte invernaderos similares al del CADIC.

“También hicimos cultivos experimentales de frutas finas como variedades de frambuesas, grosellas, corinto, cassis o moras híbridas.

Pero estas especies denominadas berries van muy bien en el exterior por lo que no hay que colocarlas adentro del invernadero.

A través de la generaciones estas frutas se aclimataron y ahora están fantásticas y listas para ser propagadas en la provincia”, explica Vater.

El Campo Experimental es además escenario de talleres prácticos de los que participa el propio Vater, coordinados en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), para capacitar a productores en artes como la poda y multiplicación de cultivos a través de diversas técnicas.

Vermicultura

“Ahora tenemos un proyecto, que recién está en sus inicios, para producir vermicompuesto a partir del cultivo de lombrices para tratar desechos orgánicos.

Es un compostaje que se usa para mejorar suelos, no solamente los hortícolas sino también los erosionados”, cuenta Vater.

El proceso a seguir consiste en mezclar deshechos vegetales de uso domiciliario con otros de la industria maderera y, luego de un tiempo, agregar las lombrices para que se coman la flora bacteriana y de hongos asociada al compuesto y que con sus deposiciones produzcan un material que sirva como abono para mejorar los suelos desde el punto de vista físico, pero también en lo que refiere a la aireación o al ingreso de agua.

Este proyecto Vater lo trabaja junto a Fabián Vanella, investigador adjunto del CONICET en el CADIC, quien planea tomar las lombrices cultivadas para producir harina proteica que se utiliza como alimento balanceado para animales.

Por Miguel Faigón

CONICET




martes, 26 de julio de 2016

Alimentos irradiados y seguros para Argentina y el mundo



El tratamiento con energía ionizante contribuye con la seguridad microbiológica de los alimentos al combatir bacterias, virus y parásitos, a la vez que prolonga el tiempo en que pueden mantenerse en buenas condiciones.

La CNEA cuenta con una instalación adecuada para irradiarlos que funciona desde hace más de 40 años.

Al igual que la pasteurización, la refrigeración o el tratamiento con sustancias químicas, la irradiación es una técnica segura y adecuada para tratar alimentos, conservarlos en mejores condiciones por más tiempo y eliminar microorganismos que podrían ser nocivos para el ser humano.

Concretamente, esta técnica consiste en exponer el producto a la acción de las radiaciones ionizantes durante un cierto lapso.

De acuerdo con la cantidad de energía entregada, se pueden lograr diversos efectos.

Por ejemplo, se puede inhibir la brotación de bulbos, tubérculos y raíces, incrementando su vida útil.

“Se han irradiado papas que se mantuvieron sin brote durante 9 meses a temperatura ambiente”, cuenta Patricia Narvaiz, Jefa de la Sección Irradiación de Alimentos de la Gerencia de Aplicaciones y Tecnología de Radiaciones (Gerencia de Área Aplicaciones de la Tecnología Nuclear) de la CNEA.

Otra de las aplicaciones posibles de la irradiación de alimentos es la esterilización de parásitos, como la Trichinellaspiralis, presente en la carne de cerdo.

Las radiaciones ionizantes permiten interrumpir su ciclo vital en el hombre, impidiendo la enfermedad (triquinosis).

Según Narvaiz, “cuanto más grandes los organismos, más sensibles a la radiación y menor la dosis que se requiere para eliminarlos.

El objetivo es esterilizarlos para que no se puedan reproducir.

Lo que hace la radiación ionizante es actuar sobre su ácido desoxirribonucleico, evitando la evolución al estadio siguiente (que pase de huevo a larva, por ejemplo) o que se reproduzca”.

También es efectiva para combatir otros microorganismos patógenos no esporulados, causantes de enfermedades en el hombre, como salmonella.

Con respecto a las bacterias, controla la tan temida Escherichia coli, la bacteria que se hizo mundialmente famosa en 1993 por causar 700 enfermos y 4 muertes en Estados Unidos por ingestión de hamburguesas contaminadas.

Las fuentes de Cobalto-60 que se utilizan para irradiar en la PISI s
on producidas en la Central Nuclear Embalse

La irradiación resulta útil, además, para retrasar la maduración de frutas tropicales como banana, papayay mango (en general, la vida útil se duplica o triplica), y demorar la senescencia (envejecimiento) de champiñones y espárragos.

“También permite prolongar el tiempo de comercialización de ‘frutas finas’ (frutillas, cerezas, arándanos, frambuesas, berries) por reducción de la contaminación microbiana total”, agrega Narvaiz, quien destaca que al mejorarse la calidad higiénico-sanitaria de los alimentos se podría llegar a exigentes mercados, ampliando las capacidades de exportación del país.

La especialista también comenta que la irradiación puede usarse como una alternativa al uso de sustancias químicas tóxicas, como fumigantes, conservantes (por ejemplo, el nitrito de sodio en carnes) e inhibidores de brotación (hidrazidamaleica).

En el caso de los agroquímicos que habitualmente se utilizan en el campo, la irradiación podría reemplazar al bromuro de metilo y a la fosfina, que se emplean para fumigar productos frutihortícolas y granos, destruyendo insectos con fines cuarentenarios.

Alimentos más sanos y seguros

Para que un alimento –ya sea envasado o a granel– resulte exitosamente conservado por irradiación, es necesario seleccionar ciertos parámetros como dosis de radiación, temperaturas de irradiación y conservación, y tipo de envase.

Además, se puede combinar este tratamientocon otros, por ejemplo ,un leve calentamiento previo, con lo cual se consigue un efecto sinérgico entre ambos, posibilitando disminuir las dosis de radiación a aplicar.

Pero ¿son realmente seguros los alimentos irradiados?

Probablemente ningún método de conservación de alimentos haya sido tan estudiado en cuanto a su inocuidad como las radiaciones ionizantes.

Las primeras investigaciones se iniciaron en 1954 en Estados Unidos, a lo que siguieron varias décadas de desarrollo y posterior aplicación comercial de la técnica en más de 50 países.

A lo largo de todos estos años de investigación se pudo comprobar que el aspecto nutricional de los alimentos no se ve alterado por la irradiación (vitaminas, aminoácidos, ácidos grasos esenciales, hidratos de carbono, proteínas, etc.).

Tampoco se generan sustancias nocivas para la salud en los productos de consumo tratados con esta técnica.

Por estas características y por su seguridad microbiológica, Narvaiz cuenta que los alimentos esterilizados por radiaciones ionizantes son adecuados para pacientes inmunocomprometidos (trasplantados, oncológicos, HIV positivos, ancianos, niños pequeños, embarazadas, etc.).

Por tener bajas defensas, estas personas son más vulnerables a las infecciones, entre ellas las alimentarias, y por ello su dieta habitualmente se basa en alimentos cocidos, lo que limita la variedad de la ingesta y de los nutrientes.

“Hace más de 10 años –comenta Narvaiz– que venimos estudiado la irradiación de viandas para pacientes inmunodeprimidos, dentro de un programa internacional coordinado con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Las comidas irradiadas para pacientes de distintos hospitales fueron ensaladas vegetales, ensalada de fruta en gelatina, canelones en salsa de tomate, hamburguesas de carnes vacuna y de pollo, empanadas, tartas, sandwiches, flan, budín de pan.

Todas tuvieron muy buena aceptación por parte de los pacientes”.

ACTIVIDADES DE INVESTIGACIÓN

En la CNEA las actividades de investigación sobre irradiación de alimentos comenzaron en 1965.

En los inicios se experimentó con trigo (grano y harina), pescados (sábalo, dorado, pejerrey y merluza) y papa.

Con los años, la lista de alimentos se extendió notablemente, incluyendo, entre otros, frutillas, manzanas, tomates, frutas secas, especias, cebolla, ajo, champiñones, espárragos, pollo, panes y comidas preparadas.

Hoy las principales líneas de investigación se realizan sobre mieles para exportación, un panificado súper nutritivo y los llamados “nuevos productos”, que incluyen aditivos e ingredientes alimentarios de origen nacional, como algas marinas o goma brea.

“Yo hace 37 años que hago investigación aplicada en el área de irradiación de alimentos.

A veces los temas surgen por iniciativa propia y tras veces por una demanda externa, ya que brindamos asesoramiento a productores y empresas alimenticias.

Además, establecemos lazos con muchas universidades, porque en general les interesa trabajar en estos temas”, resume Narvaiz.

Una planta de usos múltiples

En el Centro Atómico Ezeiza, funciona desde 1970 una instalación semi-industrial que irradia con Cobalto-60 una gran diversidad productos: desde alimentos, productos cosméticos, alimentos para mascotas, viruta para biotérios, hasta prótesis y muestras biológicas.

Al respecto, la ingeniera Andrea Docters, Jefa de la Planta de Irradiación Semindustrial (PISI), comenta que “la construcción de la planta llevó alrededor de dos años y empezó a funcionar en 1970.

Toda la instalación fue hecha en la Argentina, y lo único que se compró en el exterior fueron las fuentes de irradiación.

Las primeras eran de origen canadiense e inglés, pero en la década del '80 comenzaron a usarse fuentes de origen nacional”, producidas en la Central Nuclear Embalse.

Antes de la puesta en funcionamiento de la PISI, las tareas de investigación se realizaban en un pequeño irradiador que había en la CNEA.

Sin embargo, poco a poco se dejó de utilizar porque “las velocidades de las dosis eran diferentes, y eso influye mucho sobre los microorganismos que se están irradiando.

La capacidad de irradiación tampoco era la misma que obteníamos en la PISI”, recuerda Narvaiz.

Con el funcionamiento de la planta,“se empezaron a ampliar bastante las aplicaciones.

Por ejemplo, se irradiaban cosas muy grandes, como pisos, y también elementos más pequeños. Justamente, el objetivo con que fue construida la PISI es que se pudieran hacer todas estas aplicaciones, por eso es una planta multipropósito”.

El proceso de irradiación en la PISI comienza evaluando dosis mínimas y máximas, en qué posición se va irradiar el producto y durante cuánto tiempo se lo tiene que exponer frente a la fuente de Cobalto-60.

Una vez determinados estos parámetros, el producto se irradia tratando de que la dosis sea lo más homogénea posible.

“La homogeneidad de la dosis –indica Docters– también depende de la densidad y las características del envase.

Entonces, hay que hacer mediciones de dosis previas.

Una vez que recibió la primera radiación, el producto se rota para que la otra cara se irradie”.

Cómo es la legislación de los alimentos irradiados

Actualmente, 56 países de todo el mundo autorizan el consumo y la comercialización de diversos alimentos irradiados.

Las aprobaciones pueden ser por “productos” (por ejemplo, merluza); por “clases”, basándose en similitud de composición química (productos pesqueros); o autorizando el proceso en general, como la legislación de Brasil, que permite desde el año 2000 la irradiación de cualquier alimento a cualquier dosis compatible con la conservación de sus características sensoriales y tecnológicas.

A pesar de los innumerables esfuerzos por parte de los investigadores de la CNEA por ampliar la legislación, nuestro país aún autoriza la irradiación “por producto” y sólo hay aprobados 8 alimentos: papa, cebolla y ajo para inhibir brote; frutilla, para prolongar la vida útil; champiñón y espárrago para retardar senescencia; especias; frutas y vegetales deshidratados, para reducir la contaminación microbiana.

Sobre los aspectos regulatorios Narvaiz comenta que, desde su grupo de investigación, en varias oportunidades presentaron proyectos a la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) para que se autoricen alimentos irradiados por clase.

“La última propuesta fue realizada en 2015 y yo creo que este va a ser un año muy promisorio, donde se va a aprobar la irradiación de ciertas categorías como carnes rojas y tubérculos.

Es algo bastante lógico porque si ya irradiamos papas, es prácticamente lo mismo irradiar batatas.

Lo mismo pasa con las frutillas, cuya aprobación se podría extender a toda la familia de los frutos rojos que se producen en el sur de nuestro país”.

¿Qué se irradia en la PISI?

En la Planta de Irradiación Semi Industrial de la CNEA las tareas se organizan en función de los productos que haya que irradiar.

Al respecto la ingeniera Andrea Docters, Jefa de la instalación, cuenta que “en general, hay un día que irradiamos muestras del banco de tejidos, implantes o prótesis, que tienen requisitos y restricciones de dosis más precisas y requieren mayor atención.

En cuanto a los alimentos, irradiamos lotes de irradiación por empresa.

Por ejemplo, una empresa trae trescientas bolsas de orégano y el lote de irradiación son 10 bolsas; entonces, son 30 lotes, que se pueden ir mechando con otros productos según la necesidad y la planificación realizada”.

Más de la mitad de los productos que se irradian en la PISI (el 58 %) corresponden a productos de uso farmacéuticos como solución fisiológica.

Los alimentos, en tanto, ocupan el 12 % de todo lo que se irradia en la planta, especialmente especias y hierbas (manzanilla, tilo, boldo, orégano).

El 9 % del volumen irradiado corresponde a esterilización de productos de uso médico del banco de tejidos, injertos, implantes dentales, material quirúrgico; así como apósitos, guantes, drenajes y otros equipos.

También se irradian viruta de madera para bioterios (9 %), envases (4 %, productos de uso veterinario y alimentos balanceado para consumo animal (3 %), polímeros (3 %) y otros materiales de laboratorio (2 %).

Por otro lado, las radiaciones ionizantes –aunque en menor proporción– también se utilizan para restaurar obras de arte y material bibliográfico infectado con hongos o insectos y para modificar propiedades de determinados materiales.

cnea


miércoles, 20 de julio de 2016

Lo que los astronautas comen en el espacio en un día


Hubo un momento en que incluso la NASA no sabía si los humanos podían comer en el entorno de microgravedad del espacio.

Por suerte para el futuro de las misiones tripuladas a largo plazo, John Glenn demostró que era realmente posible cuando comió puré de manzana de un tubo de aluminio, mientras que orbitan la Tierra en 1962.

Desde entonces, la investigación se llevó a cabo en nuestro Laboratorio de Sistemas de comida espacial del Centro Espacial Johnson ha dado como resultado un mejor sabor, la variedad y el envasado de los alimentos destinados a los viajes espaciales. astronautas actual en día se dan ahora un menú estándar de más de 200 alimentos y bebidas aprobados artículos meses antes del lanzamiento, lo que les permite planificar sus comidas diarias con mucha antelación.


Así, con tal variedad de alimentos para elegir, ¿qué come el astronauta típico en un día?

Este es un ejemplo del menú estándar Estación Espacial Internacional:


Suena delicioso, ¿verdad?


Sin embargo, estos son sólo sugerencias para los astronautas, por lo que todavía tienen alguna opción más de lo que en última instancia comer.

Muchos de los astronautas, entre ellos Tim Kopra, se combinan diferentes ingredientes para las comidas.


Otros planean comer alimentos especiales para las vacaciones.

Los astronautas de Scott Kelly y Kjell Lindgren fue lo que hizo en Acción de Gracias del año pasado cuando comieron pavo ahumado, el ñame confitadas, el maíz y las patatas gratinado.


Otro factor clave que influye en lo que comen los astronautas es la disponibilidad de frutas y verduras frescas, que se entregan a través de naves espaciales de reabastecimiento.

Cuando estos alimentos llegan a la estación espacial, que deben consumirse rápidamente antes de que se echen a perder.

El astronauta Tim Peake no le viene a la mente.


La nutrición es importante para ayudar a contrarrestar algunos de los efectos tienen los vuelos espaciales en el cuerpo, tales como la pérdida ósea y muscular, la degradación cardiovasculares, deterioro de la función inmune, cambios neurovestibular y cambios en la visión.

"La nutrición es vital para la misión," Scott M. Smith, Ph.D., director de Laboratorio de Bioquímica Nutricional de la NASA, dijo.

"Sin una nutrición adecuada para los astronautas, la misión fracasará.

Es así de simple."


Trabajamos duro para ayudar a los astronautas sienten menos tu casa, proporcionándoles alimentos que no sólo les recuerda de la vida en la Tierra, sino que también es nutritiva y saludable.


Estas son algunas de las invenciones de alimentos espaciales inusuales que ya no están en uso:


sándwich de galleta y cubos recubiertos de gelatina
plazas de tocino comprimido
Secado por congelación de helados

nasa

domingo, 5 de junio de 2016

Análisis de normativas para lograr una mayor competitividad alimentaria


Los secretarios de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Negri, y de Agregado de Valor, Néstor Roulet, se reunieron con el Comité Ejecutivo de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), para avanzar en reformas de segunda generación que impulsen el desarrollo de la producción y la mayor exportación de alimentos.

Durante el encuentro, Negri aseguró en relación a las recientes medidas adoptadas por el gobierno Nacional que "esperamos muchísimo del empresariado nacional en cuanto a generación de empleo y proyectos de innovación", y con respecto al comercio exterior agregó que "la agenda del gobierno está volcada hacia afuera, lo que tenemos que discutir es la competitividad en serio, estamos buscando los ejes para que todos los sectores puedan ganar".

Por su parte, el secretario Roulet resaltó la decisión del gobierno de "tener un ministerio de puertas abiertas, donde discutir todos los temas", al tiempo que "tenemos que trabajar todos en conjunto para analizar las cuestiones y empezar a tener políticas verdaderamente vinculadas a la industria de los alimentos".

En el mismo sentido, el presidente de COPAL, Daniel Funes de Rioja, destacó la importancia de conformar ámbitos de trabajo conjunto con las diferentes áreas de la administración pública "para avanzar en las reformas de segunda generación, que resultan imprescindibles para mejorar la competitividad de la industria, toda vez que ya se han adoptado medidas de trascendencia que otorgan un marco propicio para la producción y el mayor empleo".

De la reunión también participó la subsecretaria de Alimentos y Bebidas, Mercedes Nimo, quien se refirió a los reintegros por exportaciones y expresó en ese sentido que "hay que tener una política activa de definición, queremos encontrar buenos parámetros de equidad para todos los sectores según la OMC (Organización Mundial del Comercio), que sean lo más rápidos posibles y que tengan un soporte que sea razonable".

COPAL nuclea 37 cámaras de la industria de alimentos y bebidas, que representan a más de 2.200 empresas de todo el país, y tienen entre sus objetivos centrales, promover una visión estratégica sobre la industria como vector fundamental para el desarrollo económico y social.

Entre los temas abordados en el encuentro, se destacaron: el avance en las negociaciones Mercosur-UE y Argentina-México; la necesidad de articulación con el Ministerio de Salud en especial respecto del nuevo modelo de perfiles nutricionales de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud; la evaluación de ciertos proyectos de Ley que podrían impactar en la Industria de Alimentos y Bebidas (IAB) y en la regulación alimentaria; el tratamiento del rotulado de alérgenos en alimentos; así como de adecuación normativa con otros países.

También participaron de la reunión por el ministerio de Agroindustria Pablo Morón, director de Agroalimentos y Marcelo Terzo, coordinador de Políticas de Agregado de Valor; autoridades de la COPAL, y representantes de los sectores yerbatero, vitivinícola, lechero, avícola, citrícola, licorista, azucarero, carnes; y de la Cámara de Industrias de Productores Alimenticios (CIPA).

agroindustria

miércoles, 23 de marzo de 2016

Los lácteos a la vanguardia del cuidado de la salud



El CONICET participó del cierre de un consorcio asociativo público privado diseñado para la producción y comercialización de alimentos funcionales de base láctea.

La innovación no conoce de límites y si quienes están dispuestos a tomarla como horizonte buscan alianzas estratégicas, el resultado de su gestión no puede ser más que exitoso.

Esa fue la fórmula implementada por un grupo de instituciones que conformaron un consorcio asociativo público privado (CAPP) que obtuvieron un subsidio del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) proveniente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva a través de la Agencia Nacional de Investigación Científica y Tecnológica.

¿El objetivo? Desarrollar alimentos funcionales de base láctea destinados al tratamiento de afecciones cardíacas producidas por hipertensión e hipercolesterolemia.

Luego de un proceso que demandó cerca de cuatro años el consorcio conformado por el CONICET, a través del Instituto de Lactología Industrial (INLAIN, CONICET-UNL) y el Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA, CONICET), la Universidad Nacional del Litoral (UNL), SanCor Cooperativas Unidas Limitada, La Metalúrgica Industrial  Lampe, Lutz & Cía, y Biochemicial S.A., llegó a la etapa final de un proyecto que intenta llevar a los consumidores un yogur que reduce los niveles de colesterol y un queso bajo en grasas y en sal para hipertensos.

En una reunión, realizada el pasado jueves 10 de marzo, los responsables de llevar adelante el proyecto celebraron su cierre y presentaron los informes de gestión administrativa y financiera, así como los resultados del proceso de investigación.

“En 2012 creamos un consorcio público privado para presentar un proyecto a instancias del FONARSEC.

El proyecto fue elegido en primer término y eso abrió la posibilidad de iniciar un proceso interinstitucional de alcance técnico y científico con excelentes resultados, los cuales se alcanzaron gracias a  la  credibilidad y la buena predisposición de todas las partes involucradas”, se señaló desde SanCor.

Innovar para el bienestar de la población

Llegar a los productos funcionales fue un proceso que integró diferentes etapas que van desde los aspectos administrativos y financieros hasta el ámbito tecnológico y científico.

El desafío incluyó la puesta a punto de un paquete tecnológico a escala piloto e industrial para los diferentes eslabones de la cadena de valor, a partir de la incorporación de probióticos, péptidos antihipertensivos y un aditivo alimentario funcional en polvo.

A su vez, la última etapa- la comercial-, está en vías de desarrollo y será la que coronará el proceso con los alimentos en las góndolas.

“Cuando comenzamos a fundamentar el proyecto tuvimos en cuenta  la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo que realiza el Ministerio de Salud de la Nación; allí observamos varios factores de riesgo en la población.

Nosotros nos enfocamos en los alimentos funcionales que pueden favorecer el sistema cardiovascular y disminuir la hipertensión dando así soporte al sistema inmunológico”, explicaron directivos de SanCor al tiempo que resaltaron la coordinación del Dr. Horacio González en los estudios clínicos llevados a cabo en el Instituto de Investigaciones Pediátricas (IDIP) y en la  Unidad de Hipertensión y Metabolismo, del Servicio de Clínica Médica del Hospital General Interzonal de Agudos “Gral San Martín”, ambos de La Plata.



La escala del proyecto no sólo se basó en los dos productos funcionales diseñados, sino que también permitió el desarrollo nacional de cultivos anaeróbicos lácticos, de una propuesta biotecnológica innovadora en el territorio, de un aditivo funcional en polvo y la convergencia de una cadena interinstitucional.

Juan Soria, Director de Vinculación Tecnológica del CONICET, destacó la envergadura del proceso y afirmó:

“Somos conscientes que este tipo de proyectos conllevan riesgos y desafíos, pero innovar es una apuesta y vale la pena, como quedó demostrado con este CAAP.

La integración de varios socios estratégicos fue la clave.

Hoy tenemos la oportunidad de mejorar la calidad de vida de las personas a través de estos alimentos y estamos muy conformes”.

En el mismo sentido, se manifestó Daniel Scacchi, Secretario de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo de la UNL:

“Es una cadena institucional que se diseñó para que esto funcione: dos institutos de investigación, dos PyMEs, una empresa cooperativa nacional grande, el CONICET y una Universidad.

Desde el punto de vista de la articulación es un caso extraordinario del que todos aprendimos”.

Por último, Ricardo Cravero, asesor del proyecto, hizo un reconocimiento al CERELA y el INLAIN por su trabajo científico-tecnológico, al Centro para la Transferencia de los Resultados de la Investigación (CETRI-Litoral) por su soporte en la documentación, y a las empresas Biochemical S.A. y La Metalúrgica Lampe Lutz & Cía. por sus aportes.

“Cuando uno trabaja con gente seria las cosas se pueden llevar adelante.

Se respeta la palabra y eso contribuye a construir lazos de confianza”, manifestó.

Alimentos funcionales clínicamente comprobados

Para comprobar la eficacia de los alimentos en el tratamiento de las enfermedades se hicieron ensayos clínicos en personas previamente seleccionadas que debían cumplir con ciertas características.

Asimismo, personal técnico del CERELA visitó las  plantas de SanCor para el desarrollo conjunto de los alimentos funcionales prototipos, controlar la estabilidad y permanencia de las cepas funcionales en los productos y poner a punto la tecnología.

“En el caso del colesterol, se aplicó un protocolo aleatorizado y controlado con placebo de tipo cruzado (crossover) que llevó aproximadamente 10 meses de ensayo con resultados muy alentadores.

Se vio una clara tendencia en la reducción de colesterol total en  los pacientes que consumieron el yogur con probiótico respecto a aquellos que consumieron un yogur placebo, con una significativa disminución en  los niveles de  LDL-colesterol”, explicó María Pía Taranto, investigadora independiente en el CERELA.

“Con respecto al queso, en la primera etapa lo que se midió fue la hipertensión tanto diurna como nocturna, y la sistólica como la diastólica.

Se vio una tendencia en la disminución de la presión arterial  nocturna.

En la segunda etapa, se aumentó el tamaño muestral de pacientes y la tendencia en la disminución de la hipertensión  fue importante y estadísticamente significativa”, continuó explicando Taranto.

Por su parte, Gabriel Vinderola, investigador independiente en el INLAIN, expresó que “aprendimos mucho y se avanzó en todos los aspectos.

Fue el proyecto más grande que hemos tenido en el instituto en más de 20 años por lo que el balance es más que positivo”.

conicet.gov.ar




sábado, 20 de febrero de 2016

Igualdad de acceso a recursos y poder para la securidad alimentaria frente al cambio climático

La infografía proporciona el marco analítico utilizado en la Guía de Capacitación sobre Género y Cambio Climático de la Investigación en Agricultura y Seguridad Alimentaria para el Desarrollo para comprender las interconexiones entre seguridad alimentaria, toma de decisiones y acceso y control sobre los activos, y adaptación al y mitigación de cambio climático


fao.org

martes, 16 de febrero de 2016

Reinventar el pan: nueva tecnología para la producción de masa

Reinventing bread

Fuente:Ria Novosti/Vadim Zhernov

En Rusia han creado un minihorno que permite hacer pan sin levadura ni aditivos artificiales y 120 veces más rápido que con las tecnologías tradicionales.

Los inventores aseguran que el pan preparado con este método es apto incluso para diabéticos.

La tecnología ya ha sido patentada en EE UU, China y Europa

El nuevo método de amasado mecánico permite hornear el pan integral sin levadura ni aditivos artificiales.

En la producción convencional, aparte de harina y agua, el pan lleva antioxidantes, conservantes y otros compuestos químicos.

El tiempo de preparación del pan con la nueva tecnología se puede reducir hasta 120 veces.

Para conseguirlo, los ingenieros rusos decidieron añadir a la cadena de producción una máquina parar ahuecar la masa.

“Se han convertido en unos auténticos pioneros en el sector.

A estas alturas, la empresa no solo ha patentado esta exclusiva tecnología en Rusia, sino también en la UE, China, Canadá y EE UU, pues se trata de un invento crucial para el desarrollo de la producción industrial”, opina la experta en patentes y derechos de autor, Ekaterina Kozir.

En un turno de siete horas, la máquina produce unas 700 barras de pan.

“Gracias al ahuecado mecánico y no ‘químico’ de la masa, el pan se conserva durante bastante tiempo y mantiene la ternura hasta cinco días después”, afirma Yevgueni Perevozchikov, director de la empresa que ha desarrollado el invento, Avtom-2.

pan

El misterio del pan de Borodinó

La levadura como arma biológica

En los últimos años, se han publicado numerosos estudios que confirman que los cultivos de levadura son perjudiciales para el organismo.

Por ejemplo, el doctor en Biología Alexander Boldyrev demostró que los procesos de fermentación de la levadura desarrollados en el organismo afectan al sistema inmunitario y pueden provocar la aparición de tumores cancerígenos.

De acuerdo con Andréi Averiánov, portavoz del laboratorio del mercado de alimentación Petrovski, el 80 % de los adultos y el 95 % de los niños de todo el mundo sufren algún tipo de afección por el uso de la levadura.

“Para la producción de pan a gran escala se usan levaduras transgénicas, y en el organismo se desarrollan procesos de fermentación y de putrefacción”, aclara Averiánov.

“Aparece una flora microbiana que daña el tracto estomacal e intestinal. Los microorganismos patógenos penetran fácilmente en el torrente sanguíneo.

El estreñimiento, las varices, las úlceras tróficas o los cálculos biliares son efectos secundarios de los ataques de la levadura. Como resultado de cambios patológicos en los órganos vitales, el cuerpo se convierte en un caldo de cultivo de virus, hongos y bacterias”.

ruta transiberiana

Experiencias culinarias para un viaje en el Transiberiano


Separar el grano de la paja

De acuerdo con los creadores del minihorno, la empresa Avtom-2, otro problema para el organismo es la harina que se usa en la producción industrial.

Para obtener harina blanca, se procesan los granos de calidad superior para separar la parte más valiosa, el salvado y el germen del grano. Lo que queda es la parte muerta, compuesta principalmente de almidón.

Como resultado, el hígado se satura con una masa aceitosa, el almidón se acumula en el organismo en forma de mucosa y las paredes del intestino se obstruyen.

Los creadores de la empresa Avtom-2 decidieron usar harina integral, que incluye la parte más saludable y biológicamente más activa de la planta: el salvado y el germen.

Además, encontraron la forma de librar a los obradores de la levadura para siempre.

“El contenido de gluten es mucho menor en esta mezcla que en la harina refinada de calidad superior”, comenta Averianov.

Según los expertos, si bien hasta hace poco el pan sin levadura se producía sobre todo en pequeñas panaderías, esta nueva tecnología permitirá introducir este tipo de pan también en las plantas industriales.

“El porcentaje de pequeñas panaderías en el mercado europeo no supera el 15 %, por eso el precio de este tipo de panes es tan alto”, comenta Averiánov.

“La nueva tecnología permitirá renunciar a la levadura y producir un pan más saludable a precios razonables”.

pan

El aroma y el sabor del pan ruso

Según afirman los creadores, productores del sector de Israel, Turquía y Holanda se han mostrado interesados en su minihorno.

También las tropas rusas han sabido apreciar las ventajas de este pan, firmando un acuerdo con Avtom-2 para el suministro de hornos autónomos.

LIAISAN YUMAGUZINA, PARA RBTH
es.rbth.com/

Carne de llama, fuente de productos aptos para celíacos y alérgicos

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(Foto: INTI)

Un grupo de productores nucleados en la RED-PUNA de Jujuy se acercó al INTI, en Argentina, con la necesidad desarrollar productos de carne de llama, a partir de cortes de escaso o nulo aprovechamiento.

En respuesta a este requerimiento se elaboraron chacinados utilizando quinoa como ingrediente para obtener productos aptos para personas con celiaquía y alérgicos al trigo o la soja —cereales que suelen utilizarse en la industria para elaborar este tipo de alimentos—.

“La decisión de utilizar esta semilla en medallones de carne y en fiambres cocidos de llama respondió a su accesibilidad en la zona, lo que fue destacado por los demandantes del proyecto”, indica Viviana Renaud del Centro INTI-Carnes, área que estuvo a cargo del proyecto.

Los técnicos del INTI ensayaron diferentes procedimientos para obtener harina de quinoa.

“Definimos un proceso simple y reproducible para eliminar las saponinas, sustancia presente en las semillas que le dan un sabor amargo al alimento y resultan perjudiciales para la salud. También probamos el tostado y el secado del cultivo”, detalla Renaud.

Luego se realizó una evaluación sensorial con panelistas entrenados en productos cárnicos, y se analizó su sabor y tipicidad.

El resultado de este estudio fue positivo, porque los especialistas no encontraron diferencias entre alimentos que contenían este cultivo u otros ingredientes como soja.

Las harinas probadas cumplieron las funciones esperadas sin alterar la textura, sabor y características generales de este tipo de chacinados. Además, los medallones de llama realizados con este ingrediente demostraron tener un mejor comportamiento durante la cocción que los medallones con harina de soja.

Como conclusión, los profesionales destacan que la harina de quinoa tiene potencial para reemplazar ingredientes funcionales de uso habitual en la elaboración de chacinados y otros productos libres de gluten (sin TACC).

En este sentido, permiten el consumo de este tipo de alimentos a personas que padecen alergias al trigo o la soja.

También para quienes tienen celiaquía, que según datos del Ministerio de Salud de la Nación en Argentina representan el 1% de la población.

El desafío para los productores será buscar nuevas oportunidades y la aceptabilidad del consumidor. “Este paso es importante para que los productos realizados con carne de llama, que actualmente se comercializan en el noroeste argentino, amplíen su mercado”, agrega Renaud.

El trabajo se alinea con las acciones que se vienen implementando desde el Ministerio de Industria con el propósito de incrementar la competitividad de los productos nacionales del sector alimentario para ganar proyección tanto en el mercado interno como externo.

"Nosotros como tecnólogos buscamos alternativas para que los productos cárnicos puedan ser consumidos por la mayoría de la población, sobre todo para que los grupos que tienen restricciones alimentarias tengan la posibilidad de consumir una dieta variada que constituya una mejora en su calidad de vida”, concluye la especialista de INTI-Carnes.

(Fuente: INTI)

noticiasdelaciencia.com



Desarrollan hamburguesa de quinoa

Desarrollan hamburguesa de quinoa

La quinoa tiene aún un largo camino por recorrer para reemplazar a las populares hamburguesas de carne procesada.

Revelaron que la hamburguesa de quinoa se abre paso en la revolución culinaria de Perú, por lo que creadores esperan dar el gran salto al mundo.

"La hamburguesa de quinoa aparece como una opción en busca de un nuevo escenario", declaró el famoso chef Gastón Acurio, impulsor del movimiento que ha puesto en el mapamundi a la cocina peruana. Acurio lo sabe por propia experiencia.

En sus restaurantes limeños, la hamburguesa vegetariana va comiéndole poco a poco el terreno a la de carne, aunque ésta sigue siendo la reina cuasi absoluta.

En sus locales se consumen dos tipos de hamburguesas. Uno es una croqueta empanada de quinoa, con lentejas, remolacha, amalgamadas con un dip de pallar y yogurt y decoradas con lechuga, tomate y mango chutney, que explota en la boca.

Se llama Miss Mundo.

La otra es una croqueta de brócoli y quinoa bañada con ensalada nikei, salsa wasabi, crema de ají y anillos de cebolla.

El placer para el comensal es indiscutible, pero sus niveles de consumo palidecen comparados con las de carne que se venden en su restaurante Papacho's, especializado en hamburguesas.

"La hamburguesa de carne más popular vende 16.500 piezas al mes, mientras que la de quinoa llega a 300", explica a la AFP Diego Alcántara, chef del restaurante.

"Hemos apostado por la quinoa porque cada vez viene más gente que come menos carne", acotó Alcántara.

La quinoa, conocida popularmente como 'el grano de oro de los incas' por su origen andino y sus propiedades energizantes, tiene aún un largo camino por recorrer para reemplazar a las populares hamburguesas de carne procesada que se venden en las cadenas de comida rápida.

A pesar de que el polémico reporte de la OMS de fines de octubre no implica un llamado a dejar de consumir por completo carne, la incertidumbre abre un espacio a alternativas para una dieta alimenticia más sana.

En palabras de Acurio, el consumo de la quinoa podría ayudar a crear un equilibrio con el consumo de las carnes rojas, en consonancia con un mundo vigilante del medio ambiente.

"El equilibrio (entendido) como el nuevo mundo de una cocina que es deliciosa, nutritiva, consciente y sostenible.

En este caso, se trata de buscar la moderación en el consumo de carnes (rojas) por razones de salud y ambientales", señaló.

La ocasión puede ser entonces propicia, según el chef, para utilizar "la hamburguesa de quinoa como una deliciosa herramienta para que abra una ventana donde todo sea 'hamburgueseable', no solo la quinua, todo el mundo vegetal".

"El reto es ir cambiando poco a poco los malos hábitos alimenticios al punto de que un carnívoro adicto a las hamburguesas de grasa con carne de res pueda sentir la misma satisfacción con una hamburguesa vegana de quinoa, semillas y nueces en el mismo formato de una hamburguesa tradicional", explicó el chef peruano Emmanuel Piqueras desde Nueva York.

Es temprano para saber si la croqueta de quinua o quinoa gestará una revolución culinaria global, pero sus antecedentes señalan que estuvo en los albores de más de una: los conquistadores españoles la prohibieron en el siglo XVI por considerar que su consumo brindaba demasiada energía a los ejércitos de los incas.

Fuente: CarneTec.com
alimentacion.enfasis.com

El arroz será un súper alimento en un futuro muy cercano

Los granos de arroz ayudarán a controlar la diabetes 2 foto: AFP

Los granos de arroz ayudarán a controlar la diabetes 2 foto: AFP

Científicos genéticos anunciaron que se está a un paso de "revolución verde"; los granos cargarán con más nutrientes y prevendrán de enfermedades, como la diabetes 2

- La investigación genética está a punto de revolucionar las técnicas ancestrales del cultivo de arroz y hacer más resistente y nutritivo el cereal que alimenta a la mitad del planeta, preconizan expertos.

A partir de un gigantesco banco de variedades conservadas en Filipinas, un equipo internacional de investigadores logró determinar mediante tecnología china la secuencia del genoma de más de 3.000 tipos de arroz y realizar una especie de inventario de sus genes.

Con estos datos, los agricultores podrán potenciar algunas características del cereal para obtener variedades de mayor rendimiento, más resistentes o más nutritivas, indicaron a la AFP los investigadores que participan en el proyecto.

"Esto contribuirá a reforzar la seguridad alimentaria", afirma Kenneth McNally, un bioquímico estadounidense del Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz (IRRI), basado en Los Baños, al sur de Manila.

Con el paso de los siglos, los agricultores mejoraron las variedades cruzándolas o aislando algunas de sus características.

Pero, según McNally, trabajaban a tientas, desconociendo qué genes controlaban qué propiedades.

La secuenciación del genoma permitirá acelerar el proceso y obtener variedades mejoradas en menos de tres años, en vez de los 12 que se tardaba sin contar con informaciones genéticas.

Revolución alimentaria

El arroz será un súper alimento en poco tiempo

El arroz será un súper alimento en poco tiempo.Foto:AFP

El IRRI, una ONG creada en 1960 que trabaja con varios gobiernos, colaboró en este proyecto con BGI, una empresa de alta tecnología china especializada en genómica. El equipo de McNally recabó trozos de hojas extraídas en su mayoría de las 127.000 variedades almacenadas en el banco de datos del IRRI y los envió a China.

Los investigadores destacan por otro lado que su trabajo no tiene nada que ver con la producción de organismos genéticamente modificados (OGM).

Y subrayan que estas técnicas serán todavía más útiles considerando la degradación de las condiciones del cultivo de arroz y la explosión demográfica mundial.

En efecto, el desarrollo urbano, la subida del nivel del mar y la proliferación de tormentas y sequías causadas por el cambio climático están perjudicando a las tierras agrícolas del mundo entero.

También está el hecho de que los agentes patógenos son cada vez más resistentes a los pesticidas o de que el agua dulce, esencial para el cultivo de arroz, se esté enrareciendo en muchos lugares del planeta.

Los investigadores esperan que las nuevas variedades resistirán a estos problemas.

"Podremos obtener las propiedades que queramos, en términos de resistencia a la sequía y a las enfermedades, y de rendimiento", asegura Nikolai Alexandrov, bioanalista ruso del IRRI.

Los científicos hablan incluso de una segunda "revolución verde".

La primera, en los años 1960, vino de la mano del agrónomo estadounidense y premio Nobel de la Paz, Norman Borlaug, cuya investigación sobre una resistente variedad del trigo permitió disparar el rendimiento de los cultivos en los países en desarrollo, salvando de la hambruna a millones de personas.

Los investigadores también confían en que puedan producir variedades más ricas en nutrientes susceptibles de combatir algunas enfermedades humanas.

"Estudiamos el enriquecimiento en micronutrientes", afirma Nese Sreenivasulu, investigador indio del IRRI.

Así, la prevalencia de la diabetes de tipo 2, que afecta a centenares de millones de personas en el mundo, podría limitarse con variedades de arroz que liberaran más lentamente el azúcar en la sangre.

El IRRI espera desarrollar además un cereal más rico en zinc, que permitiría luchar contra los retrasos de crecimiento y las muertes ligadas a la diarrea en el sureste asiático.

AFP
lanacion.com.ar

martes, 19 de enero de 2016

Snacks de pacú: nuevo producto que permite aprovechar mejor la carne

Snacks de pacú: nuevo producto que permite aprovechar mejor la carne

Snacks de pacú: nuevo producto que permite aprovechar mejor la carne

Con el objetivo de ampliar la oferta de productos de este pez oriundo de la Cuenca del Plata, el Centro INTI-Mar del Plata desarrolló un alimento seco expandido.

El nuevo comestible permitirá mantener a los productores en actividad durante todo el año.

Más del 30% de la producción de pacú en Argentina suele presentar limitaciones comerciales por no cumplir con el tamaño mínimo requerido por el mercado y, en ejemplares de buen tamaño, también se generan recortes de bajo valor por la eliminación de partes defectuosas.

Para resolver esta problemática técnicos de INTI-Mar del Plata desarrollaron un alimento tipo snack, que permite aprovechar los diferentes recortes del pez.

El producto consiste en bocados elaborados con desmenuzado de pacú y pasta de harina -de mandioca y trigo-.

“Su consistencia crocante y su sabor lo convierten en un alimento ideal para consumir como snack, del mismo modo que las papas fritas y los maníes”, destaca Marisa Villian del Área de Tecnologías Complementarias para la Acuicultura y Pesca Artesanal del INTI.

Una de las primeras instancias del proceso reside en salar los recortes del pescado, para lograr una mayor conservación. Ello permite que los productores puedan elaborar este alimento durante todo el año, incluso en la época invernal que es cuando la producción queda detenida por falta de materia prima fresca.

Las hojuelas se expanden por fritura rápida a alta temperatura o por cocción en microondas, y se realiza el secado y el envasado del producto. “Este último proceso se puede llevar adelante tanto en una planta de elaboración como en el lugar de consumo”, explica Villian.

Piracuá, una primera experiencia
La línea de trabajo surgió a pedido de Piracuá, una cooperativa ubicada en la localidad correntina de Bella Vista que se dedica a la producción de pacú y que identificó la necesidad de desarrollar productos a partir de recortes y ejemplares de pequeño tamaño.

En respuesta a este requerimiento, técnicos de INTI-Mar del Plata en un primer proyecto desarrollaron una línea de productos congelados con valor agregado, que incluyó la instalación de un túnel de congelación a pequeña escala para preservar la inocuidad y el estándar de calidad de la producción.

El trabajo luego continuó con un segundo proyecto para el desarrollo de alimentos secos expandidos tipo snacks.

La actividad culminó en septiembre con la asistencia técnica en la localidad de Bella Vista incluyendo la instalación de un secador diseñado y construido en Mar del Plata, y la capacitación para la operación de la línea de producción.

Los proyectos desarrollados contaron con el financiamiento del Programa Consejo de la Demanda de los Actores Sociales (PROCODAS), del Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva.

A futuro se estima que la Cooperativa tendrá una capacidad de producción de 40kg de hojuelas por día.

“Además se espera alcanzar una oferta de producto con costo razonable, buena aceptación y con una identidad regional”, concluye Villian.

todoagro.com.ar



Los productos más innovadores durante el 2015

Los productos más innovadores durante el 2015

Distintas alternativas de mercado llegaron al país y el impulso de los emprendedores colombianos se hizo notar durante el 2015.

Productos que resaltaron por su calidad y su entrega, a partir del deseo de participar en la reconstrucción del patrimonio cultural y así mismo fomentar la salud de cada uno de sus clientes, están aquí en el top de los más innovadores:


1) Chontacones: es un producto de alta calidad, saludable y que fomenta la buena nutrición, pues están hechos a base de chontaduro. La empresa empezó a comercializar su producto de manera informal en el año 2008, entró al mercado colombiano de manera formal para el 2010 y hoy busca brindarle a los distintos consumidores una experiencia única en la alimentación.

Es una de las nuevas iniciativas que se suma al emprendimiento de las compañías colombianas y al reconocimiento de los distintos productos que llegan al mercado.


2) Natulatte: es un producto que llega al mercado colombiano y que espera ser parte de la reconstrucción del patrimonio cultural. Le apuesta a aquellas materias primas, como la leche, frutas y panela; sin la necesidad de adicionar ningún tipo de aditivo, preservantes, espesantes, colorantes, conservantes, ni saborizantes para aumentar su sabor, textura o color.

Una de las principales fórmulas utilizadas para este producto natural y saludable es la panela, como sustituta del azúcar, aumentando el valor nutricional del producto y así mismo apoyando a la agroindustria que es el principal objetivo que busca Natulatte para el desarrollo económico del país.



3) Wai: como un balance entre lo saludable y el nuevo mercado global que le apunta a la innovación, Wai Bebidas Saludables, una marca caleña, llega con sus nuevos jugos prensados en frío. Este, el único jugo que puede ser embotellado y almacenado durante 72 horas sin conservantes y permanecer con su sabor fresco y natural.


4) Be Fruit:es una empresa dedicada a la producción y empaque de frutas y verduras deshidratadas 100% naturales, con el fin de brindar una alimentación saludable a la población ybrindartrabajo a madres cabeza de hogarde la región, rigiéndose en procedimientos de calidad que garanticen la sanidad e inocuidad del producto.

http://revistaialimentos.com.co

lunes, 18 de enero de 2016

Diez innovaciones que podrían cambiar la agricultura


A continuación presentamos diez innovaciones agrícolas de alta tecnología que ayudan a sacar el mayor provecho de terrenos más pequeños y producir más cantidad de alimentos.
Sin lugar a dudas, se trata de equipos que podrían cambiar la forma de hacer agricultura, impactando favorablemente al sector, y por supuesto ayudar al planeta al tratarse de tecnología más sustentable.
Por otro lado, cabe destacar que estas innovaciones facilitan la agricultura en localizaciones donde no sería posible cultivar de la forma tradicional.
Los invitamos a revisar estos geniales inventos y a inspirar a Hispanoamérica a introducir tecnología más sustentable aprovechando también lo que la naturaleza nos puede ofrecer.

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www.portalfruticola.com/ Fuente: Agroalimentando.com