viernes, 16 de octubre de 2015

Día Mundial de la Alimentación: generar impulso para acabar con el hambre

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La celebración en Expo Milán pide mayor protección social y sistemas alimentarios más equitativos

16 de octubre de 2015, Roma - Diversas figuras clave en la lucha mundial contra el hambre se reunieron hoy en la Expo de Milán para celebrar el Día Mundial de la Alimentación -que coincide con el 70 aniversario de la fundación de la FAO- e instaron a intensificar los esfuerzos para erradicar el hambre y mejorar la forma en que producimos y consumimos los alimentos.

El Director General de la FAO, José Graziano da Silva, agradeció a los agricultores, pescadores, silvicultores y otros trabajadores de los sectores alimentario y agrícola en el mundo su contribución al "increíble logro" de haber incrementado la producción de alimentos para todos, a pesar de que la población mundial se ha triplicado desde 1945.

 Con cerca de 800 millones de personas que aún sufren subalimentación, nos enfrentamos a dos grandes desafíos, afirmó ante los dignatarios reunidos -entre ellos el Presidente de Italia, Sergio Mattarella, el de Eslovenia Borut Pahor, y la Reina Letizia de España, Embajadora especial de la FAO para la nutrición.


 "En primer lugar, tenemos que convertir rápidamente la mayor disponibilidad de alimentos en una mejor nutrición para todos. En segundo lugar, debemos acelerar la transición de la producción y consumo de alimentos hacia sistemas verdaderamente sostenibles", señaló Graziano da Silva.

 "Una buena alimentación -añadió- es una de las mejores fuentes de crecimiento económico y contribuye a la paz y la estabilidad".

 Refiriéndose al tema del Día Mundial de la Alimentación de este año La protección social y la agricultura: romper el ciclo de la pobreza rural, aseguró que "la producción y el crecimiento económico no resuelven por sí solos el problema, si las personas que pasan hambre continúan excluidas. India, Brasil, Etiopía y otros países nos demuestran que empoderar a las personas muy pobres para que compren alimentos puede ser una vía asequible para erradicar el hambre".


ANUNCIO DMA 2015


 "Los países industrializados hicieron lo mismo para acabar con el hambre generalizada tras la Segunda Guerra Mundial", subrayó. "El programa de cartillas alimentarias en los Estados Unidos de América es uno de los mejores ejemplos".

 La protección social permite que las personas que pasan hambre se "empoderen para escapar de ella con su propio esfuerzo, y lleven una vida digna y productiva", según el responsable de la FAO.

 "Más que falta de alimentos, el hambre es una terrible injusticia", afirmó por su parte el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en su discurso. "Estamos aquí para crear un movimiento global para erradicar el hambre. Tenemos que forjar nuevas alianzas y concebir mejores formas de trabajar".

 El Secretario General de la ONU hizo hincapié en la magnitud de las pérdidas y el desperdicio de alimentos, estimados en un tercio del total de los producidos a nivel mundial. "Todo el mundo sabe que el desperdicio es una vergüenza", dijo.


  El Papa elogia la labor de la FAO sobre la protección social

 En un mensaje el Papa Francisco afirmó que el hambre se debe por una parte a un "reparto injusto de los frutos de la tierra" y también a un desarrollo agrícola inadecuado, motivando que el mandato de la FAO sea más urgente que nunca.

 El Pontífice advirtió que los nobles ideales no serán suficientes, ya que los repartos injustos generan violencia de una forma u otra.

"Tal vez la verdadera pregunta -afirmó- es si aún resulta posible concebir una sociedad en la que los recursos están en manos de unos pocos, mientras que los menos favorecidos se ven obligados a conformarse únicamente con las migajas".

 Las ayudas a los ingresos básicos pueden aumentar la resiliencia de las personas más vulnerables y permitirles hacer un mejor uso de sus escasos recursos, lo que a su vez puede posibilitar que todo el mundo entienda el "verdadero significado de la utilización sostenible de los recursos naturales", concluyó el Papa.

 

 Acción conjunta y compromisos personales

 "Los alimentos y el agua son el lenguaje universal de los seres humanos", indicó Sergio Mattarella, Presidente de Italia -que alberga la sede de la FAO desde 1951-, en su discurso inaugural del Día Mundial de la Alimentación.

 "Alimentar al planeta es esencial para la paz", afirmó Mattarella. "Solamente la acción conjunta puede garantizar la seguridad alimentaria y la utilización sostenible de los recursos naturales. La acción unilateral no da buenos resultados".


 En el evento de hoy participaron también como ponentes los Ministros de Asuntos Exteriores y Agricultura de Italia, el Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) Kanayo F. Nwanze, la Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA) Ertharin Cousin y el alcalde de Milán, Giuliano Pisapia.

 Alcanzar los nuevos objetivos de desarrollo sostenible -y convertirse en la Generación Hambre Cero- depende en última instancia de todos, y no solamente de los gobiernos, afirmó Graziano da Silva al elogiar la Carta de Milán y la temática de la Expo de Milán, centrada en la alimentación.


 Los ciudadanos pueden celebrar el Día Mundial de la Alimentación asumiendo "compromisos personales como, por ejemplo, comer sano, reducir el desperdicio de alimentos y ayudar a los demás", concluyó el Director General de la FAO.

fao.org


viernes, 29 de mayo de 2015

Alimentos saludables con impronta incaica y oriental

Quinoa

Investigadores del Consejo buscan fomentar la presencia de quínua, cañihua y algas en las comidas. Fotos quínua: gentileza de Franco Villagra.

Desde Córdoba intentan revalorizar cultivos usados por los pueblos originarios de Latinoamérica para enriquecer los alimentos tradicionales, mientras que en Puerto Madryn, provincia de Chubut, buscan resignificar y utilizar provechosamente un alga invasora.

La mesa precolombina

La quínua -Chenopodium quínoa- y la cañihua -Chenopodium pallidicaule- son semillas de dos plantas catalogadas dentro de los pseudo-cereales.

Datan de 5 mil años antes de Cristo y pueden subsistir en los más diversos climas, suelos y alturas.

Fueron la base alimenticia de las culturas incaicas y “si bien circulan muchas creencias populares en torno a sus propiedades nutricionales, no había investigaciones científicas actuales”, explica María Eugenia Steffolani, investigadora asistente del CONICET en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos Córdoba (ICYTAC, CONICET-UNC).

A partir de la conquista, la hegemonía de los consumos europeos fue reemplazando estos cultivos y desplazándolos a favor del trigo. Es por esto que en el presente la quínua y la cañihua sólo se producen a muy pequeña escala en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y el norte de Chile y Argentina.

Cultivos de quinua

Los productos de panificación y pastelería en base a harina de trigo son aceptados por los consumidores debido en gran parte a la esponjosidad que se obtiene a partir de las proteínas del gluten.

Si bien las harinas –es decir la molienda- de quínua y cañihua no consiguen estas características tan buscadas, sí poseen un alto valor nutricional.

Entonces, uno de los puntos de la investigación conducida por Steffolani busca combinarlas a fin de incrementar el valor nutricional de productos a base de cereales.

El primer paso fue caracterizar físico-químicamente las propiedades de las harinas de estas semillas.

Por un lado determinaron que son ricas en proteínas, fibras, minerales y vitaminas.

Además se estudió el almidón de estas moliendas y se determinó que “tiene buenas propiedades espesantes, de viscosidad y retención de agua, por lo que podría emplearse como aditivo alternativo, aunque no alcance los parámetros alcanzados por el almidón de trigo en estos puntos”, agrega la investigadora.

Por otro lado estudió sus proteínas. “La quínua tiene alrededor del 14 por ciento de proteínas –poco más que el trigo- y la cañihua un 18.

Esto es interesante desde por el punto de vista del consumo directo de harinas o semillas, pero también por la posibilidad de emplear aislados proteicos de quínua o cañihua como agregado en otros alimentos”, explica la científica.

También comprobaron que estas semillas tienen una composición de aminoácidos esenciales muy completa y que, en particular, dos variedades estudiadas de quínua son tan nutritivas en este punto como la leche y el huevo para niños en edad escolar.

Además no poseen aminoácidos limitantes, es decir que sus proteínas incluyen todos los aminoácidos esenciales –o sea aquellos que el organismo no puede producir- en cantidades suficientes para esa etapa del desarrollo, según lo estipulado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

Como un segundo paso se propuso incorporar estos cultivos en alimentos.

Por un lado, desarrollaron galletas sustituyendo el 15 y el 25 por ciento de harina de trigo por harina de alguna de estas semillas.

“Así logramos aumentar la cantidad de proteínas y de fibra dietaria -principalmente con cañihua-, manteniendo la calidad tecnológica”, cuenta la investigadora.

Por otra parte, se elaboraron barritas de cereales light, reemplazando en una formulación clásica el arroz crocante por semillas de quínua.

“Probamos con 5, 10 y 15 por ciento del total de la barrita.

Realizamos un análisis sensorial y ni con el porcentaje más alto la aceptabilidad se redujo, manteniéndose prácticamente igual que la que no tenía quínua”, comenta Steffolani.

Se mejoró la cantidad de proteínas y de fibra de las barras de cereal.

Además, presentaron una menor digestibilidad de almidón lo que llevaría a un aumento más lento de glucosa en sangre luego de su consumo, característica fundamental de los alimentos aptos para pacientes con diabetes tipo II.

Al no poseer gluten también pueden ser consumidas por celíacos.

Finalmente se comprobó que pueden ser producidas comercialmente y a gran escala.


La mesa oriental

Undaria pinnatifida viajó de intrusa en un barco coreano hace más de veinte años y hoy tiñe de verde grandes extensiones de la costa patagónica.

Es un alga invasora y ha causado más de un dolor de cabeza a autoridades, pescadores y buzos.

Modifica el ecosistema, afecta a otras algas y obstruye las entradas a las cuevas del salmón; su dispersión y la cobertura del fondo marino además perjudican la práctica de buceo y el olor que desprende al pudrirse en la costa afecta sensiblemente al turismo.


En el abanico de soluciones posibles, Fernando Dellatorre, investigador asistente del CONICET en el Centro Nacional Patagónico (CENPAT-CONICET), propone aprovecharla como producto comestible.

El científico es productor de Wakame, un alimento típicamente oriental a base del alga Undaria que aporta una gran cantidad de beneficios nutricionales a la dieta de las personas.

“Si bien en Argentina no se acostumbra a cocinar alimentos a base de algas, creemos que empieza a existir en nuestro país una tendencia hacia el consumo saludable”, explica.

Dellatorre asegura además que las propiedades del alga resultan favorables para múltiples emprendimientos.

“Se utiliza como suplemento para comida balanceada de diferentes especies, principalmente de cerdo y aves de corral y para suplementación nutricional humana, para lo cual se fabrican harinas de alga muy bien procesadas para incluirlas en comprimidos”.

En cuanto a su producción como alimento, el Wakame aporta a la dieta, vitaminas A y B y minerales como yodo, calcio, potasio y magnesio.

Pero lo que impulsa al científico para la fabricación son las condiciones que imprime la ciudad de Puerto Madryn en cuanto a gran la disponibilidad de la materia prima, que garantiza un producto orgánico, sano y de fabricación nacional, y la existencia de una mano de obra con experiencia para la recolección de recursos bentónicos.

“Estas características locales posibilitaron el desarrollo junto a otros colegas de una pequeña empresa que ofrece durante todo el año un producto de calidad que se cosecha durante tres meses y se almacena y distribuye durante los nueve meses siguientes”, comenta.

conicet.gov.ar



miércoles, 22 de abril de 2015

Por primera vez en la historia Argentina podrá comercializar cultivos biotecnológicos

El Ministerio de Agricultura anunció en el marco de la segunda reunión del 2015 de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA) que, por primera vez en la historia, se aprobó un cultivo biotecnológico nacional.
Durante la primera sesión, que se realizó hoy en Centro de Biotecnología Agrícola y Forestal, inaugurado el año pasado por la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner en Resistencia, Chaco, la CONABIA dio su aprobación científico-técnica a dos trabajos del CONICET: en primera instancia a una papa resistente a virus, como así también a una soja resistente a sequía, la cual fue obtenida por la empresa público-privada INDEAR de Rosario.
De esta forma se presentaron los primeros cultivos genéticamente modificados que se obtuvieron en Argentina en los últimos veinte años, lo cual se logró gracias a la renovación técnico-política del MAGyP. 
Hasta hoy solo Brasil, Cuba, Indonesia, China y EEUU poseen cultivos biotecnológicos nacionales.
El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Gabriel Delgado, aseguró: "Hemos trabajado mucho para que esto suceda. 
Es un orgullo para nosotros meter a nuestro país en el selecto grupo de países que cuentan con eventos biotecnologícos propios", y agregó: "creemos que este es el camino para seguir avanzando, el de la tecnología aplicada a la alimentación".
Estos cultivos representan innovaciones radicales respecto de lo que hoy existe, puesto que introducen por primera vez una papa mejorada por biotecnología moderna y con la característica de resistencia a virosis, al tiempo que se avanzó sobre la resistencia a sequía en soja.
En los últimos años Argentina ingresó al selecto conjunto de países que tienen su propio satélite, y a los que han desarrollado su propia central nuclear, este tercer hito corona los logros nacionales en materia científico técnica, que hace que el país exhiba autonomía y liderazgo en las principales tecnologías (física nuclear, electrónica, aeroespacial y biotecnología) y aplicaciones productivas (generación de energía, comunicaciones, agroindustria).
La CONABIA es una institución reconocida a nivel mundial en materia biotecnológica, lo cual se coronó el año pasado, cuando obtuvo el reconocimiento de la FAO, que la designó Centro de Referencia para la Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados y este evento de trascendencia nacional e internacional inaugura promisoriamente un nuevo año de sesiones, acompañando las acciones y políticas impulsadas por Argentina en materia de Agregado de Valor y generación continua de herramientas para promover una agricultura sustentable, con carácter Federal y Nacional.